Que afortunados somos, la abuela Conchita, o sea mi madre, cría pollos, muy en serio os lo digo el sabor y la textura de la carne no tiene nada que ver con el pollo de compra.
Mi madre los mata y los limpia y los metemos al congelador, siempre dejo enteros los que quiero asar y en trozos los que usaré para guisar.
Alguna vez me han preguntado si el pollo de casa no queda duro al asarlo y la respuesta es NOOO, pero con condiciones, no puede ser un pollo de 4 kilos, y hay que dejarlo macerando al menos 8 horas antes de meterlo al horno.
INGREDIENTES:
- Un hermoso pollo de corral, este era de 2.800 gr.
- 5 dientes de ajo.
- 1 limón.
- 2 manzanas Reineta.
- 150 gr de bacón en tiritas finas.
- Sal gruesa y pimienta negra.
- Romero y Tomillo al gusto.
- 500 ml de vino blanco.
Si el pollo está congelado hay que sacarlo 48 horas antes del congelador y se deja en la nevera para que descongele lentamente.
La noche anterior, aunque no haya descongelado del todo no importa, ya que aún quedan unas horas antes de cocinarlo, lo colocamos en una fuente de horno, (yo para estos asados siempre uso fuentes de barro), lo salpimentamos. En la pechuga hacemos unos cortes longitudinales para que entre bien el adobo.
En la batidora ponemos los dientes de ajo pelados y 300 ml de vino blanco. Trituramos y bañamos el pollo con este aderezo. Hay que impregnar bien el pollo, por todas partes.
Picamos el limón en cuatro trozos y lo metemos dentro del pollo.
Cubrimos la bandeja con un papel de aluminio y lo metemos de nuevo a la nevera.
Precalentamos el horno a 180º.
Sacamos el pollo de la nevera, sacamos el adobo de la bandeja a un recipiente y reservamos, espolvoreamos con un poco romero y tomillo por todas partes (opcional). Ahora ponemos dentro del pollo, junto al limón del día anterior las manzanas Reineta en cuartos.
En los cortes que le hicimos a la pechuga metemos las tiritas de bacon, rociamos el pollo con el mismo adobo que hemos retirado y añadimos medio vasito de agua en la bandeja.
Lo metemos al horno panza arriba, al menos 45 minutos.
Vamos vigilando que la salsa no se queme, si es necesario añadimos un poco más de agua.
Hay que regando de vez en cuando con vino blanco y con la misma salsa de la bandeja.
Pasado este tiempo le damos la vuelta.
Dejamos que se dore bien por debajo, unos 30 minutos.
Al final le damos la vuelta otra vez y metemos todo el liquido de la bandeja en la tripa del pollo, lo dejamos 15 minutos a la misma temperatura y 10 minutos con el horno apagado para que reposen todos los jugos.
Listoooo, se puede acompañar con patatas asadas, o simplemente con una ensalada.
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